Seguramente el momento más emocionante, de toda la representación de la Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo, sea este en que María sube despacio la cuesta del "Calvario de Parejo", serena, hasta llegar a los crucificados.
La Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo, es sobre todo un conjunto de emociones que se suceden: temor, rabia, dolor, y también ternura, amor, recogimiento, resignación y alegría. Sorprende que tantas mujeres y hombres, gente normal de Cuevas del Campo interprete y viva tan hondo cada escena, haciéndola suya arriba en el Calvario, sabiendo que los espectadores que están abajo, lejos de donde se desarrolla, no les ven las expresiones en el rostro, los gestos, las miradas.
María es un ejemplo de saber hacer, de ocupar un papel secundario, que se hace protagonista y gana toda la escena, subiendo al "Cielo de Cuevas", empujada por la Romanza "Dolorosa" mimada en la voz de Alfredo Kraus.
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